jueves, 26 de septiembre de 2013

NOTICIA E INFORMACIÓN SOBRE RESTAURACIÓN DE ZONAS DEGRADADAS POR INCENDIOS


Durante el mes de septiembre apareció una noticia en el periódico, (http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/09/12/valencia/1379002894_949861.html)
 sobre la restauración de la zona degradada por el incendio de Andilla, en la provincia de Valencia. En dicha zona, en los árboles que quedaron sin incendiar ha aparecido una plaga de escolítidos, (escarabajos que se alimentan de la madera de los árboles y aparecen frecuentemente después de un incendio).



Por ello, ahora se están cortando todos los árboles (los afectados y los que no lo están) y se ha denunciado dicha actuación para que sólo corten los que están afectados
Por lo que si alguien quiere proporcionar algún tipo de ayuda en este problema, puede ponerse en contacto con la plataforma de afectados por los incendios de Andilla (los podéis encontrar en facebook) o con Ecologistas en Acción de la Serranía.
Nosotros recomendaríamos realizar un estudio de las zonas con mayor riesgo de ersosión y las zonas más afectadas por la plaga, para decidir en qué zonas se extrae la madera y en las que no se extraerá. Y por último, detallar, los plazos idóneos para la extracción de la madera y las condiciones de la saca de la misma.
Para obtener información más detallada sobre estos temas también recomendamos realizar el curso de “Restauración de zonas degradadas” que podéis encontrar en el siguiente enlace:

También se puede consultar la “-005-Guía sobre las buenas prácticas de restauración de zonas incendiadas” de WWF, que hemos colgado en nuestra web: www.jaravalencia.com

miércoles, 11 de septiembre de 2013

El amaranto (Amaranthus sp.) una mala hierba capaz de asustar a Monsanto






La transnacional de semillas transgénicas no sabe qué hacer con el amaranto que acabó con plantaciones de soja.
Agencias
En Estados Unidos los agricultores han tenido que abandonar cinco mil hectáreas de soja transgénica y otras cincuenta mil están gravemente amenazadas.
Este pánico se debe a una “mala hierba”, el amaranto que decidió oponerse a Monsanto, tristemente célebre por su producción y comercialización de semillas transgénicas.
En 2004 un agricultor de  Atlanta comprobó  que algunos brotes de amaranto resistían al poderoso herbicida Roundup. Los campos víctimas de esta invasora “mala hierba” habían sido sembrados con granos Roundup Ready, que contienen una semilla que ha recibido un gen de resistencia al herbicida.
Desde entonces la situación ha empeorado y el fenómeno se ha extendido a Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri. Según un grupo de científicos británicos del Centro para la Ecología y la Hidrología, se ha producido una transferencia de genes entre la planta modificada genéticamente y algunas hierbas indeseables como el amaranto.
Esta constatación contradice las afirmaciones de los defensores de los organismos modificados genéticamente (OMG): una hibridación entre una planta modificada genéticamente y una planta no modificada es simplemente “imposible”.
Según el genetista británico Brian Johnson, “basta con un solo cruce logrado entre varios millones de posibilidades. Una vez creada, la nueva planta posee una enorme ventaja selectiva y se multiplica rápidamente. El potente herbicida que se utiliza aquí, Roundup, a base de glifosato y de amonio, ha ejercido una presión enorme sobre las plantas, las cuales han aumentado aún más la velocidad de la adaptación”. Así, al parecer un gen de resistencia a los herbicidas ha dado nacimiento a una planta híbrida surgida de un salto entre el grano que se supone protege y el humilde amaranto, que se vuelve imposible de eliminar.
La única solución es arrancar a mano las malas hierbas, como se hacía antes, pero esto ya no es posible dadas enormes dimensiones de los cultivos. Además, al estar profundamente arraigadas, estas hierbas son muy difíciles de arrancar con lo que, simplemente, las tierras fueron abandonadas.

Transgénicos soportan un efecto búmeran
El diario inglés The Guardian publicaba un artículo de Paul Brown que revelaba que los genes modificados de cereales habían pasado a plantas salvajes y creado un “supergrano” resistente a los herbicidas, algo “inconcebible” para los defensores de las semillas transgénicas.
Resulta divertido constatar que el amaranto, considerada ahora una planta “diabólica” para la agricultura genética, es una planta sagrada para los incas. Pertenece a los alimentos más antiguos del mundo. Cada planta produce una media de 12.000 granos al año y las hojas, más ricas en proteínas que la soya, contienen vitaminas A y C, y sales minerales.
Así esta zancadilla puesta por la naturaleza a la transnacional Monsanto, no sólo neutraliza a este predador, sino que instala en sus dominios una planta que podría alimentar a la humanidad en caso de hambre. Soporta la mayoría de los climas, tanto las regiones secas como las zonas de monzón y las tierras altas tropicales, y no tiene muchos problemas ni con los insectos ni con las enfermedades.

martes, 3 de septiembre de 2013

El Jardín Botánico de Nueva York.




Es una institución científica dedicada a la educción y la investigación. Fue fundado en 1891 y es Patrimonio Histórico Nacional. Es uno de los jardines botánicos más grandes del mundo y el más grande de Estados Unidos. Tiene un kilómetro cuadrado de extensión y alberga más de un millón de plantas repartidas en  48 jardines. El entorno es maravilloso y cuenta con cascadas, estanques, paseos, etc… lugares con extraordinaria belleza, además hay una zona llamada Naturaleza Virgen, y reproduce el paisaje que se encontraron los colonos europeos en el siglo XVII.

                        
                                                  

Los lugares más populares para los visitantes son el jardín japonés  y el jardín de orquídeas. Dentro de sus instalaciones está la biblioteca botánica y de horticultura más importante a nivel mundial y un herbolario que es el cuarto más grande del mundo. Además tiene unos invernaderos que funcionan con la tecnología más sofisticada de todo Estados Unidos. También nos encontramos el área de investigación científica donde se vela por la protección de especies en peligro de extinción.
 
                                    
 Dentro de su labor educacional, en 1914 se puso a disposición de los niños una parcela para que plantaran y cultivaran con el objetivo de acercar la naturaleza a los más pequeños.
Después de esto lo único que queda es visitarlo.