El picudo rojo es la plaga más preocupante actualmente en las palmeras de España.
Originario de las áreas tropicales del Sudeste Asiático y Polinesia, este curculiónido está aumentando su área de distribución. Todo indica que los primeros picudos fueron introducidos en España con palmeras adultas importadas de Egipto.
Descripción del insecto:
Es un gorgojo de la familia de los Curculiónidos, con rostro alargado y curvado, de 2 a 5 cm de largo y 1,2 de ancho, de un color marrón óxido.
Sus larvas son ápodas (no tienen patas), tienen un color amarillo marfil con la cabeza rojiza provista de poderosas mandíbulas. Pueden llegar a alcanzar 5 centímetros en su máximo crecimiento
Las hembras ponen los huevos en la corona de las palmeras. Las larvas viven de 2 a 4 meses y cuando llegan al final de su ciclo forman una pupa en un capullo realizado con fibras entrelazadas. Los adultos salen de las pupas y siguen alimentándose del interior de la palmera. Sólo se van a otra palmera cuando esta muere y no les proporciona alimento
Se puede localizar en:
También en otras aunque puede que en estas no provoque la muerte de la palmera
Como detectarlo:
Las hojas centrales amarillean y se marchitan, de forma que en pocas semanas, la práctica totalidad de la corona se ve afectada originando la muerte de la palmera.
Si las galerías dañan la yema apical, la palmera muere.
Los daños causados por las larvas son visibles demasiado tarde, y cuando los primeros síntomas de infestación aparecen generalmente la palmera muere.
Métodos químicos: (Son costosos y poco eficaces)
El método ensayado más eficaz ha sido las inyecciones en el tronco. Es más eficaz si se complementa con tratamientos insecticidas en pulverización foliar sobre la corona de la palmera.
Métodos culturales: (Ayudan a la prevención)
Realizar riegos muy abundantes en junio y julio.
Aplicar dosis dobles nutricionales para potenciar la subida de savia así les resulta más complicado realizar galerías.
En la prevención resulta esencial la exigencia del pasaporte fitosanitario a las palmeras de importación; así como la inspección de las palmeras procedentes de países no pertenecientes a la Unión Europea y su sometimiento a medidas de cuarentena previas a su introducción.
Las palmeras muy afectadas o muertas deben arrancarse y quemarse para evitar la salida de adultos y su dispersión.
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